A pocos kilómetros de llegar, la ruta empezaba a rodearse de viñedos. La tentación por las uvas se hizo presente, dijo: “Buenos días. ¿Alguno tiene ganas de robar un par de frutos, exquisitos, redondos y violetas?” El chófer del bondi (Lea) se lanzo tras ellos cegado por su atractivo visual y supilante aroma. Tampoco el karma tardó en presentarse y algún bicho del viñedo le picó al chófer mientras que las uvas se volvieron demasiado empalagosas y hubo quienes sintieron una especie de anestesia en la punta superior de la lengua.
En Cafayate estuvimos tres días. Es una ciudad hermosa llena de turistas. Esa es la pena de los autóctonos, ellos se quedan ahí, conocen gente por unas semanas hasta pueden llegar a enamorarse y pliquetip, esos turistas con ansias de conocerlo todo desaparecen, y los autóctonos quedan esperando al próximo turista que venga a contarles anécdotas de otros mundos.
El gusano es lo máximo, se hace conocido en todos lados. A medida que avanzamos nos saludan y algunos hasta nos dicen: “Ah! Ustedes son los del bondi! Que buena onda!”. La buena onda es que ellos nos digan eso.
Por otro lado, podemos decir que Cafayate tiene los mejores perros, 15 aproximadamente, alimentados por todo el mundo, ya convertidos en las mascotas de todos. Le pusimos nombre a 6 que nos acompañaron al camping y decidieron instalarse unos días allí: Whisky, Sabio, Lola (que era macho), Bonete, Carni y Zorro.
Volviendo a la realidad, Bambasten Bus Band tocó por las noches en la plaza de Cafayate, pasando la gorra, atrayendo las buenas vibras y la primera noche unas malas que nos corrieron de lugar a pesar de tener permiso municipal. A las 00hs, publicitados por carteles y volantes, tocaron mas música reggae y country en un bar llamado Casa Ñanta. Durante el último día en Cafayate tocaron en el festival realizado en la plaza a beneficio de lo ocurrido en Tartagal.
Una mañana nos levantamos a las 9 para hacer la excursión de las cascadas cafayateñas (vale recalcar que nos habíamos acostado tipo 5). Hubo alguien que se quedó durmiendo en el bondi que perfectamente podría llamarse Adrián mientras que el resto se encaminó con Fernando y una pareja tucumana muy simpática rumbo a la cascada. Con paso agil, llegamos pronto y nos lanzamos divertidos al agua en un tobogán de piedra increíble, pero jamás jamás supusimos que el agua fuese tan fría. De cualquier manera, nuestros pitos fueron los que peor la pasaron, y se transformaron en , en, en .... pititos.
El gusano es un móvil muy familiero, muy hogareño, siempre queriendo instalarse y quedarse a vivir en cualquier pueblo que encuentra haciendónos las cosas difíciles. El inconveniente que tuvimos en Tafi se reiteró cuando quisimos salir de Cafayate, se retobó y dijo: “Yo no avanzo ni un poquito, yo me quedo en este camping.” Lo tuvimos que empujar con una Ford y la colaboración de unos camioneros. Ellos nos explicaron que sin aceite se fundía el motor y que siempre le revisemos el agua. Le dimos todo el amor que teníamos al gusi y le pusimos aceite y agua.
Ahora si, en camino hacia Salta capital paramos en el maravilloso Anfiteatro, lugar limon! Es una grieta en la montaña que se abre y genera una acústica alucinante. Los chicos tuvieron el honor de tocar ahí varios temas y de conocer también a unos muchachos que hacían música con un Ficus y una flauta encantadora. Luego se sumó también un pibe con un bongo, transformándolo todo en un increíble espectáculo. Vendimos un par de discos, comimos bananas con dulce de leche y, para no desistir en s capricho, el gusano se nos quedo de nuevo cuando decidimos partir. La idea de quedarnos a dormir ahí estaba latente, pero algunos obstinados y fuertes de espíritu quisieron empujar al gusano, un intento, dos, tres cuatro y una frase celebre “Yo tengo un diesel y sin batería no arranca” (dijo Leandro). Los obstinados intentaron una vez mas con la ayuda de tres chicos que conocimos ahí, y el gusano le dijo al pelmazo que dijo esa frase: “Yo no soy cualquier diesel”.
De vuelta a la ruta hacia Salta cuando faltaban 86km nos agarró la noche y por suerte sabíamos que contábamos con el hostel de Tincho para ir a dormir (Tincho se había quedado en Córdoba y ahora en Salta lo volvimos a encontrar, actualmente estamos escribiendo desde una de las compus de su hostel ). Bueno contándoles esto, nos ahorramos de relatar que hubo muchísimas discusiones acerca de dónde dormir, si en una cancha de fútbol de un pueblo de Salta, si ir a Purmamarca o no, a quien le pertenecía este pedo, a quien le pertenecía aquel otro.
Hoy nos levantamos y es un magnifico día, dormimos en colchones y comimos unos magníficos fideos que preparo Lucas, ahora Adri lee, lee mucho, Dani también lee, lee mucho, Nani -un genio que esta acá en el hostel- lee también, pero lee lo que escribe él, Tincho y Joaquin juegan al ping pong, Nati también lee y Tomi revisa la radio que se descompuso ya hace un día que no funciona. ¿Lucas? Lucas esta sumergido en sus pensamientos y Lea esta dibujando. Entonces,.. ¿ quién actualizó este blog?
Surumbum, surumbum…..
Lo revelaremos en la próxima o tal vez no. Epa, ahí di una pista hable en plural, pero cuando aclaré la pista hablé en singular, igual que ahora. Mmm, cuanto misterio hay en este viaje.
SALUDOS ESPECIALES A: ALUMINE Y SU TRIBU DE SALDAN, AMERICO Y SU VINO TINTO, BILLIE JOE Y SU AGUANTE CUANDO NOS CORRIERON DE LA PLAZA, NANI, HERNAN Y TITO, EL TANO DE CAFAYATE, DANIEL EL MAGO Y SUS HIJOS CORAL Y PERLA, A FERNANDO EL GUIA, LA PAREJA DE LA EXCURSION A LA CASCADA, LOS CAMIONEROS Y LOS CHICOS DE EL ANFITEATRO QUE NOS AYUDARON CON EL BONDI, AL FULANO DE LA PLAZA DE AMAICHA, Y AL PIBE DEL PEAJE QUE LEIA LA CONSTITUCION.